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sábado, 27 de septiembre de 2008

EN SU DISCURSO ANTE LAS NACIONES UNIDAS

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, EVO MORALES AYMA, EN SU DISCURSO ANTE LAS NACIONES UNIDAS

Nueva York, 19 de septiembre de 2006

Muchas Gracias Presidenta. Hermanos Presidentes, Hermanas Presidentas, Delegadas, Delegados a la 61 Reunión Ordinaria de las Naciones Unidas.

Una enorme satisfacción de estar acá presente en representación de mi pueblo, de mi patria Bolivia y especialmente del movimiento indígena.

Quiero decirles que después de más de 500 años de desprecio, de odio, en algunos tiempos éramos considerados como salvajes, como animales y en algunas regiones condenados al exterminio. Gracias a esa conciencia, ese levantamiento y esa lucha por los derechos de los pueblos llegué donde llegamos para reparar un daño histórico, para reparar los daños de 500 años.

Durante la república fuimos igualmente discriminados, marginados. Jamás tomaron en cuenta esa lucha de los pueblos por la vida, por la humanidad. Durante los 20 últimos años con la aplicación de un modelo económico, el neoliberalismo, que continuaba el saqueo a nuestros recursos naturales, la privatización a los servicios básicos.

Estamos convencidos que la forma de privatizar los servicios básicos es la mejor forma de violar los derechos humanos.

Y estas pequeñas consideraciones nos obliga y me obliga a que decir acá la verdad sobre la vivencia de esas familias, vengo a expresar ese sentimiento por la humanidad de los pueblos, de mi pueblo, vengo a expresar el sufrimiento, producto de una marginación, de una exclusión. Vengo a expresar sobre todo ese pensamiento anticolonial de los pueblos que luchan por la igualdad y por la justicia.

Quiero decirles delegados y delegadas, señora presidenta, que en mi país empezamos a buscar profundas transformaciones democráticas y pacíficas. Estamos en la etapa de cómo refundar Bolivia, refundar Bolivia para unir a los bolivianos, refundar Bolivia para integrarnos mejor todavía, todos los sectores, regiones de mi país, refundar Bolivia no para vengarnos con nadie, aunque hemos sido sometidos a una discriminación. Refundar Bolivia sobre todo para acabar con ese desprecio, odio a los pueblos.

Digo esto porque mi madre me comentaba, diciendo, que cuando iba a la ciudad no tenía derecho a caminar en las plazas principales de las ciudades de mi país, no tenía derecho a caminar por las aceras.
Pero felizmente hemos decidido pasar de esa lucha social, sindical, comunal, a una lucha electoral para ser nosotros los actores de resolver los problemas sociales, los problemas económicos, los problemas estructurales, y ahí estamos apostando por esta Asamblea Constituyente refundacional, y quisiera que las Naciones Unidas participe en este proceso de cambio pacífico y democrático, que es lo mejor que podemos hacer por esas familias abandonadas, marginadas.

Seguramente muchos países tienen el mismo problema de mi país. Un país, una nación con tanta riqueza pero también con tanta pobreza. Los recursos naturales históricamente robados, saqueados, subastados por los gobiernos neoliberales, entregados a las transnacionales.

Ahora a la cabeza de esa lucha de los pueblos por el poder y territorio, llegó la hora de recuperar esos recursos naturales para el Estado boliviano bajo el control de los pueblos.

Y cuando hablamos de recuperar nuestros recursos naturales, bajo esa campaña sucia de acusaciones nos dicen que el gobierno de Evo Morales no va a respetar la propiedad privada, quiero decirles, en mi gobierno se respetará la propiedad privada.

Es verdad que necesitamos inversión, necesitamos socios, no patrones, no dueños de nuestros recursos naturales. Entendemos perfectamente que un país subdesarrollado necesita inversión, y quiero decirles para la aclaración de todo el mundo de algunas preocupaciones, de algunas falsas acusaciones, si el Estado ejercer el derecho de propiedad de un recurso natural como es el gas natural, los hidrocarburos, el petróleo, pues no expulsamos a nadie, no confiscamos a nadie.

Se respetará, pero se garantizará que recuperen su inversión y que tengan derecho a ganar pero no ganarán como antes, para después no resolver los problemas sociales en mi país.

Quiero decirles dentro de ese marco. No vengo a decirles gobiernen así o amenazar a un país, o empezar con los condicionamientos a un país. Sólo quiero como organismos internacionales, como Estado con solidaridad como naciones, con principios de reciprocidad, de hermandad que participen en este proceso de cambio en democracia.

Tenemos muchas ganas, mucho interés que haya conciencia de esta clase de foros internacionales, reuniones internacionales como las Naciones Unidas de aportar, de apostar a como cambiar pacíficamente.

Ustedes saben, especialmente acá en Norteamérica como también en Europa, hay mucha gente boliviana que se va en busca de trabajo. Antes eran los europeos que invadían a Latinoamérica, especialmente a Bolivia. Ahora parece que ha cambiado la situación, son los Latinoamericanos, o los bolivianos que están invadiendo a Europa como antes a Estados Unidos. ¿Por qué?, porque en esta coyuntura, en este momento no se generan fuentes de trabajo.

Quiero decirles que queremos apostar de un comercio justo, un comercio de los pueblos para los pueblos, un comercio que resuelva el problema de fuentes de trabajo, que es importante el comercio seguramente de las empresas, pero es más importante el comercio, para los micro y pequeños productores, para esas cooperativas, esas asociaciones, las empresas colectivas.

Quisiera, y es el deseo que tenemos, envés de que mis hermanas y hermanos lleguen a Europa que mejor que lleguen productos y no seres humanos.

Creo que tiene que ver con una conciencia en la comunidad internacional, si queremos resolver el tema de inmigración.

Tengo información que nuestras hermanas y hermanos no van allá a acapar miles de hectáreas como antes llegaron a Latinoamérica a acaparar miles de hectáreas, llegaron a adueñarse de nuestra riqueza, de nuestros recursos.

Creo que es importante, dentro de ese marco del comercio, comercio , llamado libre comercio inclusive en mi país afectan y eliminan a los grandes productores, a los agroindustriales, imagínense el acuerdo firmado entre Colombia con Estados Unidos sobre el Tratado de Libre Comercio, ya quita mercado para los soyeros bolivianos y los agroindustriales en Colombia.

Yo estoy convencido que es importante importar lo que no producimos y exportar lo que producimos, y eso sí sería una solución al problema económico, al problema de empleo.

Quiero aprovechar esta oportunidad, señora presidenta, para decir que también hay otra injusticia histórica, de penalizar a la hoja de coca. Quiero decirle, esta es la hoja de coca verde, no es la blanca que es la cocaína. Esta es la hoja de coca que representa la cultura andina, una hoja de coca que representa al medio ambiente y la esperanza de los pueblos.

No es posible que la hoja de coca sea legal para la Coca Cola y la hoja de coca sea ilegal para otros consumos medicinales en nuestro país, y en el mundo entero.

Queremos decirles, que las Naciones Unidas es importante que conozcan que científicamente con las universidades norteamericanas, con las universidades europeas, se ha demostrado que la hoja de coca no hace daño a la salud humana.

Lamento mucho por una costumbre o mala costumbre se desvía la hoja de coca a un problema ilegal. Somos conscientes de eso, por eso dijimos como productores de la hoja de coca, no habrá libre cultivo de coca, pero tampoco habrá cero de coca.

Con las políticas anteriores implementadas, condicionadas hablaron cero de coca, cero de coca es como hablar de cero de quechuas, aymaras, mojeños, chiquitanos en mi país, eso terminó en nuestro gobierno, por más que seamos un país subdesarrollado, un país que tenemos problemas económicos, producto del saqueo de nuestros recursos naturales.

Y estamos ahora acá a dignificarnos y empezamos a dignificar a nuestro país, y dentro de esa dignificación quiero decirles, que el mejor aporte a la lucha contra el narcotráfico ha sido una reducción voluntaria, concertada sin muertos ni heridos.

Felizmente he escuchado el informe de las Naciones Unidas, reconoce ese esfuerzo honesto, responsable en la lucha contra el narcotráfico, las incautaciones, secuestro de drogas, aumentaron un 300 por ciento de mayor efectividad.

Sin embargo, ayer escuché un informe del gobierno de Estados Unidos, dice, que no aceptan los cultivos de coca, y que nos ponen condiciones de modificar nuestras normas.

Quiero decir con mucho respeto al gobierno de Estados Unidos, no vamos a cambiar nada, no necesitamos chantajes ni amenazas. Las llamadas certificación o descertificación de la lucha contra el narcotráfico simplemente es un instrumento de recolonización o colonización a los países andinos, eso no aceptamos, eso no permitimos.

Quiero decirles que tenemos, y necesitamos una alianza de lucha contra el narcotráfico pero real y efectiva, que la guerra a las drogas no puede ser un instrumento, un pretexto para que sometan a países de la región andina, así como inventaron guerras preventivas para intervenir a algunos países en el Medio Oriente.

Necesitamos de verdad lucha contra el narcotráfico, y convoco a las Naciones Unidas, invito al gobierno de Estados Unidos a hacer un acuerdo, una alianza efectiva de lucha contra el narcotráfico y no que se use como pretexto la guerra a las drogas para dominarnos, o para humillarnos, o para tratar de sentar bases militares, en nuestro país su pretexto de lucha contra el narcotráfico.

Aprovecho también esta oportunidad, en este proceso de cambio. Queremos justicia, y que haya justicia es importante para nuestros pueblos, pero siento que mediante la Asamblea Constituyente se va a descolonizar el derecho para nacionalizar la justicia, la verdadera justicia.

Que la gente implicada en la violación de los derechos humanos, pueblos amenazados con intervenciones militares, que ahí jamás habrá justicia. Estamos obligados como presidentes, como Jefes de Estado a dignificar a la humanidad acabando con la impunidad.

Y en los gobiernos anteriores de mi país, masacres a la gente que lucha por sus reivindicaciones económicas, por sus recursos naturales, y no es posible que genocidas, criminales corruptos, se escapen para vivir en Estados Unidos.

A un país desarrollado como Estados Unidos, pido con mucho respeto, expulsar a esos genocidas, criminales, corruptos que vienen a vivir acá. Si no tienen nada que ver, por qué no se defienden en la justicia boliviana.

Tengo la obligación, como presidente, de que estas autoridades sean juzgadas en la justicia boliviana, y creo que ningún país, ningún Jefe de Estado puede proteger, encubrir a los delincuentes, a los genocidas.

Ojalá con el apoyo del pueblo norteamericano, ojalá mediante los organismos internacionales se juzgue a la gente que ha hecho tanto daño económico, a los derechos humanos, pues jamás habrá respeto a los derechos humanos.

Tengo encargo del foro permanente de los pueblos indígenas antes los debates de los derechos de los pueblos indígenas, estaban en la subcomisión de los derechos de los pueblos indígenas en Ginebra de las Naciones Unidas, en la Organización de Estados Americanos, pero tengo información que este debate llegó a esta máxima instancia como las Naciones Unidas.

Quiero pedirles a nombre de los pueblos indígenas del mundo, especialmente de Abya Yala, ahora llamada América, que es urgente aprobar la declaración de los derechos de los pueblos indígenas del mundo, el derecho a la autodeterminación, el derecho a vivir en comunidad, en colectividad, el derecho a vivir en solidaridad, en reciprocidad, y fundamentalmente el derecho a vivir en hermandad.

Hay regiones en comunidades que no hay propiedad privada, hay propiedad colectiva. Los pueblos indígenas solo queremos vivir bien, no mejor. Vivir mejor es explotar, es saquear, es robar, pero vivir bien es vivir en hermandad, y por eso es importantísimo, presidenta, que las Naciones Unidas urgentemente después del decenio de los pueblos indígenas se apruebe esta declaración de los derechos de los pueblos indígenas, el derecho a los recursos naturales, el derecho a cuidar el medio ambiente.

Finalmente presidenta, los pueblos indígenas, los pobres especialmente, somos de la cultura de la vida y no de la cultura de la guerra. Que este milenio realmente sea para defender la vida y para salvar a la humanidad, y si queremos salvar a la humanidad tenemos la obligación de salvar al planeta tierra. Los pueblos indígenas vivimos en armonía con la madre tierra, no solamente en reciprocidad, en solidaridad con el ser humano.

Sentimos muchísimo que las políticas, las competencias hegemonistas estén destrozando al planeta tierra. Siento que es importante que los países, las fuerzas sociales, los organismos internacionales, empecemos a debatir de verdad para salvar al planeta tierra, para salvar a la humanidad.

Este nuevo milenio, el milenio en que nos encontramos debe ser un milenio de la vida y no de la guerra, un milenio del pueblo y no del imperio, un milenio de la justicia y de la igualdad, y cualquier política económica debe estar orientada a cómo terminar, o achicar por lo menos esas diferencias llamadas asimetrías de un país a otro país, esas desigualdades sociales.

Acá no se trata de implementar políticas que permita humillar económicamente, o saquear económicamente, y cuando no pueden saquear con normas, pues usan tropas.

Quiero pedir con mucho respeto, es importante retirar las tropas de Irak si queremos respetar los derechos humanos, es importante retirar políticas económicas que permitan concentrar el capital en pocas manos.

Y por eso, siento presidenta, que estos eventos deben ser históricos para cambiar el mundo y para cambiar modelos económicos, políticas intervencionistas y sobre todo queremos que sean tiempos que permitan defender y salvar a la humanidad.

Muchísimas gracias.

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