Sitio orientado a promover el estudio y la aplicación de la no violencia activa como medio de solución de conflictos personales y sociales.

sábado, 28 de agosto de 2010

SILO. La reja. 7 de mayo de 2005.


¿Cómo puede una persona decidir la dirección de su vida si está muy lejos de tener el control de sussituación diaria? ¿Cómo puede puede una persona decidir libremente sobre el sentido de su vida estando sometido a las necesidades que se imponen desde su propio cuerpo? ¿Cómo puede decidir libremente encadenado como está a un sistema de urgencias económicas, a un sistema de relaciones de familia, de trabajo y de amistad que a veces se convierte en un sistema de desempleo y de desesperación, de soledad, de desamparo, de fracaso de las esperanzas?¿Cómo puede decidir libremente basándose en una información manipulada y en una exaltación mediática de antivalores capaz de mostrar como máximo modelo de comportamiento al poderoso que exhibe impúdicamente la violencia, la amenaza, el atropello, la arbitrariedad y la sinrazón?¿Cómo puede decidir libremente si los rectores morales de las grandes religiones justifican o quedan silenciosos ante los genocidios, las guerras santas, las guerra defensivas o las guerras preventivas?


Porque la atmósfera social está envenenada de crueldad, nuestras relaciones personales se hacen cada día más crueles y el trato que se da uno a sí mismo es también cada vez más cruel.

Los grandes miedos del ser humano impiden dar a la vida una dirección querida y con significado. Los temores a la pobreza, a la soledad, a la enfermedad y a la muerte se conjugan y fortalecen en la sociedad, en los grupos humanos y en los individuos...
Pero a pesar de todo... a pesar de todo... a pesar de ese desgraciado encierro, algo leve como sonido lejano, algo leve como brisa amanecida, algo que comienza suavemente, se abre paso en el interior del ser humano...
¿Por qué, alma mía, esa esperanza? ¿Por qué esa esperanza que desde las más oscuras horas de mi infortunio, se abre paso luminosamente?
LA RECETA:
En algún momento del día o de la noche, aspira una bocanada de aire e imagina que llevas ese aire a tu corazón. Entonces, pide con
fuerza por ti y por tus seres más queridos. Pide con fuerza para alejarte de todo aquello que te trae contradicción; pide porque tu vida tenga unidad. No destines mucho tiempo a esta breve oración, a este breve pedido, porque bastará con que interrumpas un instante lo que va sucediendo en tu vida para que en el contacto con tu interior se despejen tus sentimientos y tus ideas.
Alejar la contradicción es lo mismo que superar el odio, el resentimiento, el deseo de venganza. Alejar la contradicción es cultivar el deseo de reconciliación con otros y con
uno mismo. Alejar la contradicción es perdonar y reparar dos veces cada mal que se haya infligido a otros.

En algunos momentos de la historia, se levanta un clamor, un desgarrador pedido de los individuos y los pueblos. Entonces, desde lo Profundo llega una señal. Ojalá esa señal sea traducida con bondad en los tiempos que corren, sea traducida para superar el dolor y el sufrimiento. Porque detrás de esa señal están soplando los vientos del gran cambio.

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